lunes, 28 de marzo de 2016

Mi mejor elección.

Fuiste mi mejor elección. Mi mejor decisión.
Gracias a ti, puedo ser yo y gacias a ti, por ser tú.
Hice arder mi pasado, me liberé del dolor. Crecí como persona. Encendí otra vela y alumbré mi futuro. Y ahí estabas tú: Mi ángel destrozado.
Te amé desde el momento en el que te acercaste, me miraste. Me ayudaste a levantarme y desde ese momento lo sigues haciendo.
Desde nuestro primer poema, nuestra primera mirada, nuestros dedos entrelazándose, creí en nosotros. Lo sigo haciendo, cariño, sigo sacando las garras y la escopeta por nosotros. 
Cada día doy gracias por las decisiones que tomé, por ellas estoy aquí ahora. 
Contigo.
Conmigo.
Doy gracias por ser yo. Tan luz. Doy gracias por ser tú. Tan poesía. Doy gracias por ser nosotros. Tan amor.

Naná.

lunes, 14 de marzo de 2016

Estoy bien.

Estoy bien.
Te lo digo en serio, no para calmarte sino porque estoy bien.
Por lo menos estos días aunque llueva disfruto de la lluvia fría en mi ropa y no lloro mientras ésta cae.
Estoy bien y eso me gusta.



Naná.

domingo, 13 de marzo de 2016

Descubrí que tenía alas.

Te amé con mucha fuerza.
Es verdad, era novata en eso de amar pero me clavaste tan, tan fuerte que me dejaste sin aliento,
sin fuerzas,
sin lágrimas.
Ahora, un año después, lo recuerdo borroso, con muchos gritos y aún recuerdo las espinas que se quedaron clavadas en mi corazón.
Las arranqué, cariño, las arranqué.
Éramos inmaduros, queríamos probar de la vida real, de los placeres terrenales, del intenso amor que quedó en llamas. Cenizas. Ahora ya nada.
Pero aunque lo recuerde borroso, sonrío porque después de un año soy tan yo, tan auténtica...
Y te perdí a ti pero me encontré a mí misma.



Naná.