Fuiste mi mejor elección. Mi mejor decisión.
Gracias a ti, puedo ser yo y gacias a ti, por ser tú.
Hice arder mi pasado, me liberé del dolor. Crecí como persona. Encendí otra vela y alumbré mi futuro. Y ahí estabas tú: Mi ángel destrozado.
Te amé desde el momento en el que te acercaste, me miraste. Me ayudaste a levantarme y desde ese momento lo sigues haciendo.
Desde nuestro primer poema, nuestra primera mirada, nuestros dedos entrelazándose, creí en nosotros. Lo sigo haciendo, cariño, sigo sacando las garras y la escopeta por nosotros.
Cada día doy gracias por las decisiones que tomé, por ellas estoy aquí ahora.
Contigo.
Conmigo.
Doy gracias por ser yo. Tan luz. Doy gracias por ser tú. Tan poesía. Doy gracias por ser nosotros. Tan amor.
Naná.