sábado, 16 de abril de 2016

Es poesía.

Mírala andar. Sobre tacones, zapatillas o descalza.
Ella sigue siendo poesía.
Poesía cuando me mira.
Cuando habla. Sonríe. Cuando es ella.
Su energía es arrebatadora y con ella todos sonríen. Se contagian de su risa.
Sienten su felicidad y ven su luz.
Notan como, cuando anda, deja a su vez pétalos de rosa y cuando se va se nota su ausencia.
Ella es poesía.
Y todos lo saben.

Naná.